La hora del té es su primer libro individual.
foto: Küche
"Empecé a cocinar a los 11
años. Me gustaba estar al lado de mi mamá cuando hacía pastafrola. Ella me
regalaba un pedacito de masa crudo para probar y algún otro para moldear
galletitas…
Armaba tardes de té con
amigas como excusa para preparar nuevas recetas y también para usar un juego de
té que a mis papás les habían regalado por su casamiento, y pasaba sus días
escondido en un armario porque, según decían, era para ocasiones especiales.
Las tazas tenían flores rosas, el borde ancho y dorado; la tetera era gorda,
alta, imponente; y la lechera muy femenina. No se usaba hacía años y me entusiasmaba
la idea de verlo sobre la mesa rodeado de gente y comida..." - extracto del prefacio La hora del té
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